miércoles, 16 de mayo de 2018

Tras el abuso de poder y acoso sexual: "Matahara" el acoso físico y mental infligido a la mujer trabajadora japonesa embarazada





"Matahara", una palabra que en japonés describe el acoso que las mujeres sufren tras quedarse embarazadas, si no respetan un sistema de turnos establecido en la empresa. La palabra "matahara" es una forma abreviada de las palabras en inglés "maternity" y "hostigamiento". Se refiere al trato injusto de las mujeres, es decir, el acoso físico y mental infligido a las mujeres trabajadoras cuando quedan embarazadas o dan a luz, lo que puede implicar la terminación de su empleo, la terminación de su contrato de trabajo u obligarlas a abandonar voluntariamente su empleo. Junto con el abuso de poder y el acoso sexual, matahara es una de las tres formas principales de acoso que pesan sobre las mujeres japonesas en la fuerza de trabajo.

En Japón se conoce como matahara , un término que define el ambiente laboral hostil y el acoso que sufren la práctica mitad de las trabajadoras cuando se quedan embarazadas.

Lo primero que oyen del jefe, en lugar de una felicitación, es una gran bronca delante de todos sus compañeros de trabajo, acompañada de un gran sentimiento de verguenza por la reprimenda y también por la actitud de sus colegas, que le reprochan su iniciativa. Ridículamente solo entienden que al quedar embarazada estas mujeres se saltan una regla tácita: se saltan el turno para tener un bebé.

En Japón muchas empresas fijan en qué orden pueden quedarse encinta las empleadas La norma no es legal, pero existe en muchas compañías y responde a la tradicional cultura laboral japonesa. En ellas, el jefe es el que determina los turnos para que las empleadas se puedan casar o tener hijos y así se asegura que no haya muchas trabajadoras de baja al mismo tiempo. Y, evidentemente, está prohibido saltarse el turno ante una compañera con más antigüedad o cargo superior.

Se ha llegado el caso, a pesar de que la regañina deja sumida en la angustia e indignación a la mujer que viva esta situación, la obligación de la pareja es decir, el matrimonio, el tener que presentarse los dos a disculparse ante el jefe de ella.

Otro de los principales problemas de la sociedad japonesa, es la escasez crónica de guarderías (más de 47.000 niños estaban el año pasado en listas de espera), la situación de la mujer en el trabajo y el acoso que sufre cuando se queda embarazada. Una situación que se conoce con el término de matahara y que se refiere al ambiente hostil que se origina en torno a las trabajadoras que se quedan embarazadas.




En Japón muchas empresas fijan en qué orden pueden quedarse encinta las empleadas, de lo contrario quines rompan esta regla formará parte del 48,7% de mujeres que han sido acusadas de "causar problemas" en el trabajo debido a su embarazo, según una encuesta del Ministerio de Salud sobre el matahara del año 2015. El estudio, el único que se ha realizado, revela asimismo que una de cada cinco fue despedida de su trabajo.

La prensa nipona se hizo eco de una joven de Tokio, de 26 años, quién relató en su día que su supervisora en una firma de cosméticos le advirtió que no se le permitiría tener hijos hasta que cumpliera los 35 años. Y recibió, a modo de recordatorio, un correo electrónico con un calendario de matrimonios y embarazos para ella y sus 22 colegas, con la advertencia de que “el trabajo se retrasa si cuatro o más personas toman la baja al mismo tiempo” y que "el comportamiento egoísta será castigado".