lunes, 26 de junio de 2017

La Corte Europea condena a Italia por tortura y represión por los sucesos de Génova en 2001, durante la reunión del G8



La Corte europea de Derechos Humanos ha condenado a Italia por tortura por la actuación de la policía durante la reunión del G8 que se celebró en Génova en 2001. 
 
En la noche del 21 de julio de 2001, cerca de 300 policías y carabinieri sin autorización judicial -muchos ellos vestidos de paisano-, entraron por la fuerza en una escuela donde dormían los manifestantes que durante tres días habían protestado por las calles de la ciudad genovesa contra el G8. Los policías les propinaron golpes con gran violencia provocando numeroso heridos de diferente gravedad. Entre las víctimas se encontraba Arnaldo Cestaro, que entonces tenía 62 años, y que denunció haber recibido golpes por parte de la policía que le obligaron a ser operado. Según Cestaro, aún hoy continúa sufriendo las consecuencias de lo que pasó aquella noche.

Cestaro interpuso un recurso a la Corte de Europea de Derechos Humanos y Estrasburgo le ha dado la razón y ha condenado a Italia por tortura y por la falta de una correcta legislación en esta materia. La sentencia sostiene que las personas culpables de los incidentes en la Escuela Díaz, el colegio donde se produjeron los incidentes, debían haber sido castigadas pero que no lo fueron porque las leyes italianas no contemplan el delito de tortura.

Los sucesos del 2001

El 21 de julio Génova era una ciudad blindada. Un día antes de la incursión de las fuerzas policiales en la escuela Díaz, un joven anarquista italiano, Carlo Giuliani, había muerto en mitad de una plaza tras recibir el disparo de un carabinieri durante una carga policial contra los manifestantes contrarios a la reunión del G8, que se estaba celebrando esos días en la ciudad. La noche del 21 al 22, cuando el encuentro entre las principales potencias del mundo había finalizado y la mayoría de los líderes internacionales habían abandonado la ciudad, la policía interrumpió de manera brutal en una escuela donde, además de multitud de activistas y manifestantes, se encontraba el centro de prensa de varios medios de comunicación alternativos, entre ellos los estudios de Radio Gap, la emisora oficial del 'contra G8'.

La acción violenta de la policía provocó más de 80 heridos mientras que casi un centenar de personas fueron detenidas. De entre los cerca de 300 policías que interrumpieron en la escuela, solo 17 policías fueron condenados por el Tribunal de Casación italiano acusados de calumnia y falso testimonio, entre ellos, varios altos cargos de la policía. Las condenas por lesiones prescribieron.